Por: Perla María Alcantar Martínez
Líder de Educación Comunitaria (LEC), CONAFE
¿Un Criminólogo como Líder de Educación Comunitaria? Es la pregunta que todos se hacen cuando les hablo de este nuevo reto que apenas inicio. A decir verdad, fue una pregunta que yo misma me hice al iniciar mi capacitación; miedo, incertidumbre y muchas dudas rondaban mi mente, incluso estuve a punto de desertar antes de siquiera intentarlo.
Pero ¿Qué son los Líderes de Educación Comunitaria?, los Líderes de Educación Comunitaria, también llamados LEC, son jóvenes que brindan su servicio social en comunidades apartadas y marginadas, su principal función es enseñar a los niños, no solo a leer y escribir, sino también a pensar, investigar y reflexionar y proporcionar las estrategias necesarias para que comprendan el mundo que los rodea, construyan conocimientos por sí mismos y que los apliquen en su vida cotidiana, todo esto mediante la Comisión Nacional de Fomento Educativo (CONAFE).
Un LEC, llega a esas comunidades dónde los programas de la SEP no aplican por la poca demanda o baja población. Actualmente, el programa denominado “Héroes de Acero” está diseñado, principalmente, para estudiantes de Licenciatura en Educación o afines. Pero abren la opción, para todo aquel profesional que desee ingresar como voluntario a dicho programa.
El LEC, trabaja con niños que se encuentran en una alta desventaja social y un muy alto rezago educativo; es ahí cuando me pregunto ¿Acaso no son parte de nuestras responsabilidades como Criminólogos, trabajar con individuos que se encuentran en estas situaciones?, mismas que forman parte de los factores que favorecen a la criminalidad.
Como sabemos, la prevención del delito abarca un amplio espectro de factores criminógenos que debemos atender. Es por ello, que me pareció necesaria la participación de un Criminólogo en este proyecto que la Comisión Nacional de Fomento Educativo promueve.
Mi primer acercamiento a mi comunidad asignada
Las familias me recibieron con gran ánimo, es una comunidad realmente pequeña, alrededor de 7 familias habitan en ella. Entre ellas, 17 niños ansiosos por iniciar sus clases. La primera vez que uno de ellos me llamó “MAESTRA”, fue una sensación indescriptible. Ellos te ven y te tratan con mucho respeto, son niños con mucho amor para dar y con muchas necesidades de aprendizaje.
Poco a poco traté de irme acercando a los niños, a platicar con ellos para conocerlos un poco más, al igual que los padres de familia. Aún es temprano para hablar de un diagnóstico objetivo criminológico de la comunidad, sin embargo, encontré algunos focos rojos entre las dinámicas sociales de la misma.
Por ahora, solo queda seguir trabajando, además de mis obligaciones como LEC, en el análisis de las necesidades de la comunidad.
“Aquel que no tenga VOCACIÓN de SERVICIO, nada tiene que hacer en la CRIMINOLOGÍA”
- Dr. Luis Rodríguez Manzanera