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Factores que influyen en las conductas de menores en conflicto con la ley

Alondra Marisol Guzmán Osorio

Pasante Criminología y Victimología

 

Resumen

Hablar de criminalidad durante estos años ha resultado de gran polémica debido al índice delictivo que prevalece en todo el país sin embargo el abordar a menores de edad da un enorme impacto ante la sociedad. Donde surgen diversos cuestionamientos. ¿Por qué lo hizo?, ¿en que estaba metido?, ¿dónde estaban sus padres?, “ha de ser por sus amigos”, “siempre anda en la calle que se esperaba”, “se veía que andaba en malos pasos”. De igual forma, generamos prejuicios, críticas y etiquetas, sin antes saber verdaderamente el motivo que generó dicha conducta. Indica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), desde el año 2016 hasta la fecha, muestra un incremento de más del 30% en centros de internamiento juveniles; a través de los testimonios de estos mismos hacen referencia que se han desarrollado en un ambiente criminógeno que involucra principalmente el núcleo familiar, el entorno social y educativo.

Introducción

El objetivo es sintetizar aquellos factores que son intervinientes en los menores de edad para la comisión de alguna conducta disocial, parasocial y que referente a esto en un futuro cometa conductas antisociales. ¿Sabes cuál es la diferencia de estos términos?

  • Conducta parasocial: se da en el contexto social, la mayoría del aglomerado social. Es la no aceptación de los valores adoptados por la colectividad, pero sin destruirlos; no realiza el bien común, pero no lo agrede. Ciertas modas, ciertos usos y costumbres, son captados por la mayoría como extravagantes o francamente desviados. (Guatemala, 2014, pag. 129)

  • Conducta antisocial: corresponde a personas que hacen caso omiso y violan los derechos ajenos, son nocivas para sociedad ya que no respetan normas que se establecen. (Alvarez,2010 pag.6)

  • Trastorno de conducta / Conductas disociales: puede producirse hacia los 5-6 años de edad, pero normalmente se observa al final de la infancia o al inicio de la adolescencia. Presentan escasa empatía y poca preocupación por los sentimientos, los deseos y bienestar de los otros. (CIE-10, F91, F91.8, F91.2)

Al saber estos conceptos, nos enfocaremos en los factores que pueden intervenir en el desarrollo de los menores de edad para la comisión de ciertas conductas, cabe señalar que no es necesario que cumpla con todos los factores a mencionar ya que de cierta manera uno prevalece más que otro.

Vásquez (2003) refiere algunos factores que pueden intervenir para la realización de conductas disociales.

  • Factores individuales: baja inteligencia, temperamento difícil en la infancia, impulsividad, hiperactividad, bajo autocontrol, pobres relaciones con los pares y determinados rasgos cognitivos como la tendencia a atribuir la responsabilidad de su comportamiento a agentes externos o la atribución de intenciones hostiles a acercamientos sociales, entre otros.

  • Factores familiares: estrés familiar, abuso, negligencia y, por último, estilo parental hostil, crítico y punitivo, además de familias disfuncionales.

  • Factores ligados al grupo de pares: pertenencia a grupos de pares involucrados en actividades delictivas, ya sean de la misma edad o mayores, que por lo general suelen ser mayores que el menor, ya que le adhieren ese tipo de conductas repetitivas.

  • Factores sociales o comunitarios: residir en un área donde existe un bajo compromiso comunitario, alta tasa de desempleo, falta de oportunidades legítimas, falta de confianza en los vecinos, bajos niveles de participación, entre otros.

  • Factores socioeconómicos y culturales: pobreza y desempleo juvenil, también se involucra a los ingresos de su familia, hablando culturalmente nos enfocamos en usos y costumbres que se mantienen aun.

PAZ, V (2018) Factores de conducta. (IMAGEN JPG)Recuperado de: Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales Niña/ Juventud.

Nos mencionan Ibabe, Arnoso, y Elgorriaga (2014) que hay pruebas, por ejemplo, de que un clima familiar negativo y un bajo apoyo familiar pueden conducir a depresión tanto a niños como a adolescentes. El sistema familiar representa para el menor ese ambiente social que puede constituirse en reforzante o amenazador y agresivo, según sea la vivencia de sus protagonistas.

Vázquez, Fariña y Arce (2003) nos mencionan que por factores de riesgo se entiende aquellas variables cuya presencia incrementa la probabilidad de la aparición de la conducta disocial, mientras los factores protectores disminuyen la vulnerabilidad del individuo o incrementan su resistencia a tener comportamientos desviados.

Se entiende por factores de protección todas aquellas circunstancias, características, condiciones y atributos vinculados al comportamiento, que potencian las capacidades de un individuo para afrontar con éxito determinadas situaciones adversas. Dichos instrumentos como; entrevistas, encuestas, pruebas psicológicas se utilizan conjuntamente con otras herramientas de valoración de riesgo delictivo, con el fin de poder realizar una valoración general, teniendo en cuenta tanto los factores de riesgo como los de protección, de tal forma que se pueda llevar a cabo una estimación del riesgo que tiene el sujeto de cometer un hecho delictivo, mucho más completo y preciso.

Cabe señalar que existen sujetos que han tenido procesos educativos y de socialización apropiados y que sin embargo cometen delitos, por el contrario, una gran mayoría de las personas que han crecido en ambientes marginales no se convierten en delincuentes. De acuerdo a estadísticas del INEGI (2017), la mayoría de población adolescente sólo cuenta con la educación básica, en cambio, a nivel medio y superior los índices son más bajos; eh aquí donde se comprueba que la educación si interfiere bastante para que un niño, adolescente cometa alguna conducta caracterizada como antisocial.

INEGI (2017) Resultados encuesta nacional de justicia para adolescentes. (Imagen de grafica JPG) Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2018/EstSegPub/ENASJUP2017.pdf

Conclusiones

Con base a lo expuesto, observamos que la familia es importante en el desarrollo de un menor, las formas de vivencia, crianza son las que influyen en la conducta ya sea positiva o negativa. Se han mencionado algunos autores que definen los factores causantes donde prevalece siempre el entorno familiar. Amarís (2005) menciona que el sistema familiar representa para el menor ese ambiente social que puede constituirse en reforzante o amenazador y agresivo, según sea la vivencia de sus protagonistas. Como resultado de contextos familiares disfuncionales y amenazantes se encuentran jóvenes con problemas que muestran sus dificultades en torno a las competencias psicosociales para afrontar la vida. Al hablar del menor con problemas psicosociales se está haciendo mención a jóvenes que, por emerger de un contexto socio-familiar adverso caracterizado por la disfuncionalidad, han desarrollado patrones adaptativos para la sobrevivencia, aunque ni funcionales ni sanos para su bienestar psicológico

De acuerdo a esta autora nos hace concientizar aún más acerca de la importancia para criar a los hijos, fortaleciendo valores, disminución de las violencias dentro del hogar, el consumo de ciertas sustancias psicoactivas tales como: alcohol, tabaco y droga, debido a que en diversas familias suelen consumir. Los factores de riesgo y de protección son una clave que debemos tener en cuenta para analizar, diagnosticar al menor de edad y las posibles consecuencias que pueda traer a futuro; ya sea que se encuentre en un ambiente familiar sano pero el entorno social, sea negativo o bien pertenezca a un entorno familiar negativo y aun entorno social positivo. Estas son variantes que pueden llegar a cambiar en la conducta del menor y con base en ello, él realice algún tipo de conducta ya sea; parasocial, disocial o en cierta edad la antisocial.

Referencias:

  • Arce, R., Seijo, D., Fariña, F., & Moharnel, M.(2010).”Comportamiento antisocial en menores; riesgo social y trayectoria natural del desarrollo”. Revista Mexicana de Psicología, 27 (2), pp.27-46.

  • Aguilar, M. (2012).”La infancia del contexto familiar en el desarrollo de conductas: violentas durante la adolescencia: factores de riesgo y de protección”. Revista criminalidad, 54 (2), pp. 27-35.

  • Paz, L., Andreu, A. (2018) “Violencia y Delincuencia Juvenil: Algunas recomendaciones para su prevención”. [versión electronica]. Revista de estudios de juventud. Consultada 28 julio 2019.

  • Redondo, S., Martínez, A., & Pueyo, A.(2012)”Therapeutica effects of a cognitive- behaviorval treatmet with juvenile offenders”. The European Journal of pychology appliend to legal context. Pp. 159- 163.

  • Intendencia departamental de Montevideo(2015). “Educación de la pobreza 2006-2014”. Montevideo: Unidad de estadística y gestión estratégica.

  • García Ramírez, Sergio; Vargas Casillas, Leticia A. Proyectos Legislativos y Otros Temas Penales: Segundas jornadas sobre justicia penal, UNAM, México, 2003.

  • INEGI: Resultados encuesta nacional de justicia para adolescentes

  • https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2018/EstSegPub/ENASJUP2017 .pdf

  • Aguilar, M. (2012).”La infancia del contexto familiar en el desarrollo de conductas: violentas durante la adolescencia: factores de riesgo y de protección”. Revista criminalidad, 54 (2), pp. 27-35

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