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¿Realmente está preparado un Criminólogo o una Criminóloga para laborar en las Escuelas?

Actualizado: 6 may 2020


Samuel Miranda Herrera.

Licenciado en Criminología

Actualmente encargado del área pericial en el Corporativo Jurídico Legaliter.


 

Durante estos últimos años, en México, se hace mucho énfasis en cuestión de implementar la Criminología en el interior de las instalaciones escolares, desde la perspectiva preventiva e incluso clínica, sin embargo, pocos profesionistas se han detenido a analizar si de verdad están preparados para hacer labor directa con los alumnos.

Situación como lo ocurrido en Monterrey, el 18 de enero de 2017, sobre el alumno de secundaria que entró armado en el “Colegio Americano del Noreste”, una escuela privada, disparando contra varios de sus compañeros, su maestra y culminó su vida disparándose en la barbilla.[1]

Del mismo modo, en Campeche el 20 de septiembre de 2018, dentro de las instalaciones de la de la preparatoria “Dr. Nazario Víctor Montejo Godoy”; se suscitó un conflicto entre dos compañeros, en el cual uno de ellos lesionó con un “cuchillo para chef” al otro alumno, todo esto motivado por cuestiones sentimentales que se tenían hacía una misma compañera.[2]

Tampoco hay que olvidar lo sucedido en Tabasco, en octubre de 2018, referente a la violación tumultuaria hacía un alumno de 4° grado de primaria aparentemente por seis compañeros de 5° grado; todo esto sucedido cuando se encerró a la víctima en uno de los baños, en la Escuela Primaria “Niños Héroes”.[3]

Asimismo, lo sucedido en el Jardín de Niños “Marcelino de Champagnat”, donde se cree que se abusó entre 26 a 37 alumnos por parte de un trabajador administrativo que, en ocasiones, suplía a los profesores cuando se tenían que retirar del salón por algunas cuestiones.[4] Otro caso similar fue el de Rafael Duarte Pereda, sentenciado a 5 años con 5 meses de prisión por el delito de abuso sexual hacía 3 alumnos en el “Colegio Montessori Matatena”, el sentenciado es esposo de la Directora del Colegio, explicando así la manera de cómo tenía acceso a los alumnos.[5] De igual manera, en el colegio preescolar llamado “Tlatelli” de Tepoztlán, Morelos, se denunció que la directora del plantel junto con una maestra abusaron sexualmente de menores de entre dos y cinco años e incluso se cree que los asfixiaban ahorcándolos.[6]

Todos los hechos mencionados anteriormente denotan y hacen hincapié a la necesidad de implementar la praxis criminológica, con el objetivo de prevenir o erradicar estos sucesos traumáticos que vulneraron el sano desarrollo de los alumnos y, a futuro, llegarse a desatar conductas autodestructivas, suicidas, antisociales o delictivas en estas víctimas por no ser intervenidas a tiempo ni debidamente.

Pese a esta demostración fáctica de implementar la Criminología en las escuelas, se debe reflexionar si aquellos profesionistas ¿¡realmente están debidamente capacitados, preparados, formados para actuar con los alumnos!?

Aun cuando la formación académica criminológica es multidisciplinaria, donde se ven nociones de Psicología, Biología, Medicina, Sociología, Antropología, Derecho, Victimología, Criminalística y TODAS sus ramas, entre otras, la manera de abordarlas es general, sin profundidad e incluso ambigua si la preparación del docente es deficiente.

Por lo tanto, de manera personal considero que, al ser esta formación académica inconclusa, en el momento de querer realizar praxis de estos estudios en un centro educativo será insatisfactoria y proclive al fracaso o generar un desarrollo decreciente en los alumnos y, por tal motivo, en lugar de que se prevengas estas conductas y comportamientos, se impelerán los factores de riesgo aumentando o generando conductas violentas.

“El Criminólogo es el asesino serial de su propia carrera”[8] (Prieto. J, 2016), frase tan real y tan lamentable, esto debido a que:

Primero, muchas personas entran a la licenciatura por el morbo generado de series televisivas (Bones, Mentes Criminales, etc.), sin saber o tener una mínima noción de este grado. No hay tanto problema con esto, ya que estas ideas se modifican conforme pasan los estudios, lo malo recae cuando al paso del tiempo no se pierde el morbo y, una vez ejerciendo, seguir queriendo ver cuerpos desollados, desmembrados, etc.

Segundo, el fanatismo por la parte agresora, queriendo estar cara a cara en un interrogatorio o entrevista con jefes de cárteles, homicidas seriales o mulltihomicidas, dejando a un lado la parte agraviada, la víctima, ejerciendo así en una posible revictimización. Fallo constante por este fanatismo.

Apasionarse por un homicida en serie o a algún jefe de mafia o de cártel es idolatrar y fomentar la violencia, por ende, se sigue prejuzgando y vinculando a la Criminología con esta parte televisiva y no como su fin principal, la prevención.

Tercero, debido a la formación múltiple de la licenciatura, hay alumnos donde llegan a tener un sentimiento endiosado, esto influye a que no tomen a la Criminología con seriedad, por consiguiente, al momento de graduarse y encarar el mundo laboral, ¡oh sorpresa!, posiblemente si sea necesario un (a) criminólogo (a) pero no importante; se dan cuenta que son piezas fácilmente desechables, incluso que otro profesionista que no tiene el mínimo de formación jurídico-forense-preventiva esté haciendo “tú chamba”.

Estas tres pautas hacen que sea entendible el miedo y la incertidumbre de profesores, directivos escolares y familiares y no tomen en cuenta a criminólogos ni criminólogas para brindarles alguna oportunidad de ejercer dentro de las escuelas o la mínima intervención alguna con el alumnado.

Por otra parte, concordando con el Doctor Wael Hikal, la Criminóloga Marisol Madero y la Licenciada Liliana Romero, la Criminología Educativa debe ser una especialidad de la Criminología, pero, funestamente no hay aún una especialización o posgrados regulados por la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Entonces, ¿Cómo puedo especializarme si no la hay? Profundizando los estudios en D. D. H. H., mediación y resolución de conflictos, acciones preventivas, etiología del fenómeno violento, criminología clínica, victimología, justicia para adolescentes. Incluso, cuestiones como orientación educativa, manejo de grupos, actividades lúdico-recreativas, pedagogía, psicopedagogía, reformas educativas, protocolos preventivos de actuación escolar y más.

Criminóloga, criminólogo, constantemente vas a escuchar que de nada sirve tener una enseñanza multidisciplinaria si no puedes litigar como un abogado ni hacer intervenciones clínicas, realizar pruebas psicométricas o dar terapia como un psicólogo; no poder diagnosticar como el medico psiquiatra ni realizar investigaciones socio-familiares como un trabajador social; tampoco ejercer dentro de las escuelas porque no eres pedagogo.

Ya es momento de cambiar los NO por los SÍ, sí podemos, sí sabemos, sí somos capaces y sí demostramos resultados. Así que saca tu potencial, esfuérzate por lo tuyo y no demuestres nada, ya que, como vayas avanzando en tu camino profesional tu misma labor hablará por ti y te defenderá.

¿Cómo lograrlo?, Estudia, lee, capacítate, observa, aprende, aplica tus conocimientos, acepta y pide consejos, trátate ya que no somos de roca e interiorizamos el dolor de las demás personas y defiéndete de las personas quieran pasar encima de ti de manera muy violenta o cuando te digan que “la Criminología no vale nada”.

Recuerda que es una ciencia joven, demasiado, así que no desesperes porque no tiene reconocimiento, por eso hay que seguir esforzándose para que, al momento de que llegue, vea que estamos trabajando y nos tome por sorpresa.




Referencias y notas







[7] De manera satírica, es como se ven varias aulas universitarias de impartición criminológica o forense; esto debido a la falta de conciencia, reflexión y ética por parte de algunos estudiantes -no todos-; incluso, hay alumnos provenientes de alguna familia criminógena o con un nivel de violencia muy marcado y elevado que atenta contra los compañeros y profesores. Incluso puede vulnerar el tejido social siendo ya profesionista, al haber tenido previa experiencia delictiva sumado a un aprendizaje forense.


[8] Prieto. J, 2016. México. Recuperado de: http://www.criminologiadinamica.com/2016/07/30/el-crimen-de-cada-dia/?utm_content=buffere167c&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer&fbclid=IwAR1qMEVEzADB3vAAIlRBnwptOhBe8Oh0x2f71gbueeb5h-9sNXDUtEuW-N8


[9] Créditos a la Página de Facebook “Pura Criminología”, imagen recuperada de: https://www.facebook.com/puracriminologia/photos/a.202197533211770/1581568675274642/?type=3&theater

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