Daniel Ramírez Monroy
Estudiante de la Licenciatura en Derecho
Es bien sabido que en el Derecho Mexicano como en el Derecho internacional se encuentra el interés superior de la protección de la niñez, entre los elementos principales se encuentran la explotación, el abuso, la trata, el trabajo infantil, la mutilación y los derechos de los niños y niñas, de igual forma encontrados en nuestra carta magna, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, principalmente se enmarcan el derecho a la alimentación, salud, educación y un sano desarrollo integral.
Pero a pesar de todos estos derechos y prohibiciones, ¿podemos decir que es suficiente? El derecho tiene la finalidad de regular la vida en comunidad, el Doctor Leonel Pereznieto Castro, así lo define: “El Derecho es el conjunto de normas que imponen deberes y que confieren facultades que establecen las bases de convivencia social y cuyo fin es dotar a todos los miembros de la sociedad de los mínimos de seguridad, certeza, igualdad, libertad y justicia”.
Seguridad jurídica, que es la garantía dada al individuo de asegurar a su persona, sus bienes y derechos, para que no sean objeto de ataques violentos y en el caso de que se produzcan, la sociedad les dé protección y reparación. En este contexto, el derecho se adhiere a lo que dicta una norma, buscar justicia, en tal caso podemos observar que principalmente se busca una seguridad jurídica como es indicado por el Doctor Leonel Perez nieto Castro, y de igual manera como se ve en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, UNICEF, y demás ordenamientos jurídicos donde están plasmados los derechos de los niños, niñas y adolescentes, ciertamente se busca su bienestar.
Aún cuando todo esto se lleva a cabo, ¿Se puede afectar a un menor? En efecto, existen una cantidad innumerable de delitos hacia menores de edad, donde según estadísticas en México el 96 por ciento de los delitos que se cometen contra niñas, niños y adolescentes quedan en total impunidad, reveló el Informe La Infancia Cuenta 2017, lo cual hace énfasis en que la falta de acceso a la justicia que priva entre los mexicanos se recrudece en el caso de menores de edad (milenio, 2016). por lo que tomando en cuenta estas cifras son temas que necesitan ser observados a detalle.
Luego entonces, ¿Ahí termina la problemática? Mejor dicho es una parte del problema tomando en cuenta a las víctimas menores de edad, ¿Qué es lo que les espera más adelante?, a decir verdad se derivan distintos puntos, uno de ellos es que la persona menor de edad, ahora debe realizar el proceso correspondiente iniciando con una denuncia y esto conlleva a tener que recordar lo que le ha sucedido, del mismo modo Lori Evans, Ph.D. dice “una persona nunca es totalmente consciente de sus actos, pero se puede decir que un niño de 12 años ya es mentalmente consciente de los actos que le suceden, pero no es socialmente responsable de lo que hace”. (Lori Evans, 2019)
Aunque si bien un niño mayor de 12 años ya es consciente de lo que pasa en su entorno, se le obliga a ser sometido a un interrogatorio, aunque no es de la misma manera como se le realiza a una persona mayor de edad, es sometido a dichos procesos para ser interrogado procurando tener mayor cuidado.
¿Cómo saber si es verdad lo que declare el menor?
En realidad, existen muchas técnicas utilizadas por expertos en la materia, para llevar un interrogatorio, sin embargo, no quita el hecho que puede haber una falsedad, por ejemplo, si se le pregunta a un menor -¿Qué hiciste hace tres años?-, él no recordara exactamente lo que hizo, ya que a esa edad aun no tienen una noción del tiempo, por lo que la maestra en Derecho Clarissa Danira Velázquez Romero dice: si un niño recuerda con exactitud la fecha exacta del hecho puede dudarse de su:
-Confiabilidad
-Veracidad
-Credibilidad
De manera que un niño puede ser manipulado para mentir y por otro lado a medida que se lleva el proceso correspondiente se crea una huella psíquica conocida como una cicatriz psicológica que dice que tendrás que recordar el hecho una y otra vez hasta que se convierta en un recuerdo permanente y ya no puedas olvidar.
En resumidas cuentas, se puede hacer notar el interés superior de la niñez en diferentes ordenamientos jurídicos, pero existen aún carencias donde se necesita un mayor cuidado y buscar otra formas y medios para hacer justicia a niños, niñas y adolescentes siempre buscando su bienestar y seguridad jurídica, pero haciendo justicia, sin que se pase por alto el hecho ocurrido. ●
REFERENCIAS
https://www.utel.edu.mx
https://fundacionbelen